2009-06-21. Huele las Rosas
Ubicación: Michigan, USA #65
Fecha: 21 Jun 2009
Maestro: Maestro Ophelius
Receptor: Chris Maurus
La lección de hoy es sobre tomarse el tiempo para “oler las rosas”. Muchos de ustedes, mis amados, tienen dificultades para aquietar la mente para la meditación y la comunicación con Dios. Te ofrezco una alternativa, y es experimentar literalmente el telón de fondo meditativo y el escenario para todas las futuras meditaciones. Ve solo a un lugar aislado de belleza en la naturaleza donde puedas estar sin ser molestado, y donde te sientas totalmente desinhibido. Llénate de la anticipación del éxtasis expectante. Bebe la dicha del panorama que te rodea; observa la tierra, el cielo, los árboles, los pájaros, las flores y siente la energía viva que recorre todas las cosas. Conviértete en uno con esta energía viva y considérate una parte o un elemento de la creación que te rodea. Deja que este momento y este lugar de belleza sean tu catedral para invitar a la presencia del Creador en tu templo sagrado.
Pídele al Padre que comparta este momento contigo, que vea a través de tus ojos, que huela la dulzura de la tierra, que sienta la suave brisa en tu cara, que comparta el regalo de tu alegría, este momento solitario en el que te olvidas de ti mismo y de todas las preocupaciones del mundo. Vive este momento de unión: sólo tú y tu creador. No hace falta decir nada, porque las palabras no pueden expresar la conexión divina y el amor perfecto que se comparte entre Dios y sus hijos amados cuando se abren y desnudan sus almas ante él.
Dios te ama tanto -él es tu Padre espiritual y desea tener esta relación padre/hijo contigo. Mientras estás en este estado de quietud y comunión, deja que la pequeña y tranquila voz del espíritu hable a tu mente, y cuando hayas escuchado, derrama tu corazón a Dios con toda tu alabanza y agradecimiento; tus esperanzas y deseos; y tus oraciones por los demás. Pídele que perfeccione tu mente y permite que te moldee en una imagen más hermosa de su intención, eliminando aquellas cosas en tu vida que te separan de su perfecta voluntad. Ofrécete como instrumento de la voluntad del Padre.
Oración: “Padre, permíteme ser el arpa de tu voluntad divina: tócame para que las vibraciones celestiales resuenen desde mí, a través de mí, y en los corazones y mentes de mis hermanos. Guíame y mantén mis pies en el camino de la rectitud que conduce al Paraíso, donde podré estar ante ti en la perfección y la gloria. Te amo, me amo a mí mismo y a esta preciosa vida que me has dado. Bendíceme, Padre, para que pueda ser una bendición para otros, para que también puedan estar en este lugar de filiación y comunión contigo. Amén”.
Ve ahora mi amado, el Padre llama.
El Círculo de los Siete
Fuente: https://www.correctingtime.org/transcript/smell-the-roses